La falta de empleo formal para cualquier persona por la crisis económica que presenta Venezuela, ha hecho que los venezolanos que se caracterizan por ser personas trabajadoras pongan a volar su creatividad y apuestan por ser emprendedores ante la fatal crisis.
Según reseña el portal web de Noticias24, en el año 2011 nuestro país se ubicó en el decimo segundo lugar en el índice de actividad emprendedora entre 55 países, según un estudio del Monitor Global del Emprendimiento, realizado en Venezuela por el Instituto de Estudios Superiores de Administración (LESA).
La especialista en emprendimiento y directora Pronóstico Consultores, Mariam Krasner, afirmó en entrevista a Noticias Globovisión Economía el año pasado, que Venezuela registra una de las mayores tasas de emprendimiento en el mundo.
Agrega que los estados Zulia, Lara y Yaracuy están entre las ciudades con más éxito para emprender un necio.
Los jóvenes profesionales cada día ven más llamativo crear micro empresas donde ellos son sus propios jefes administrando su tiempo y su negocio, para gozar de un beneficio económico.
Apoyando el talento venezolano
La mayoría de las personas que crean estos negocios o micro empresas se les dificulta alquilar un lugar para tener su negocio en físico y la mayoría tienen tiendas virtuales, gracias a las redes sociales los talentos emergentes pueden promocionar su marca.
Por esta misma razón nacen los famosos “bazares” para apoyar y darles una oportunidad a los nuevos talentos locales de presentar sus productos y darse a conocer.
Emprendedoras
Claudia Romero es estudiante universitaria, las ganas de querer trabajar le dieron la idea de hacer tocados para niñas siendo “yo misma mi jefe” y teniendo la opción de organizarse con los horarios y poder disponer así de su tiempo.
Cuenta que al principio hacia los tocados por encargo pero con el paso del tiempo fue sumando clientes “al principio no fueron tantos los clientes, ahora en el 2016 hago pedidos a nivel nacional”.
Considera que a pesar de la crisis las personas siempre compran porque es más accesible que un juguete, vestidos o cualquier otra prenda de vestir.
Asimismo comenta que crear una tienda virtual la ha ayudado a dar a conocer su negocio y espera poder tener una tienda física, vender a nivel internacional y sumar nuevos productos a su marca.
Marylianny Ferrer cuenta que empezó vendiendo ponquesitos y tortas y los vendía en el trabajo de su mama y en las partes donde la conocían “y desde ahí comencé con mi negocio”.
Las dudas en ella siempre existieron al principio, pero se sentía motivada, comenta que “todo principio es duro “porque nadie te conoce y existe la duda y la desconfianza por ser tienda virtual y afirma que no es fácil y ganarse y agradarle al público.
La joven repostera comenzó porque ayudo a decorar a su tía una torta y desde ese momento “todo el mundo tenía que ver con la decoración y como había quedado la torta”. Desde ese momento empezó su negocio en el 2013.
Sus planes es tener una café donde pueda también exhibir sus tortas.
Las dos jóvenes emprendedoras comentan que al principio es duro pero hay que tener constancia y dedicación porque aunque a veces es difícil poco a poco se puede crear un negocio “de las crisis surgen las oportunidades” afirma Claudia.
Diana Àlvarez/Pasante
Noticia al Dìa
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