miércoles, 17 de octubre de 2012

Una Caja para el Buen Vivir.‏


En una asamblea de trabajadores y trabajadoras del Instituto Nacional del Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel) realizada en “Los Caracas”, convocada en septiembre de 2010 por el Consejo Nacional de Delegados de Prevención del Inpsasel y el Sindicato Bolivariano de Trabajadores y Trabajadoras del Inpsasel  además de otros aspectos, nos planteamos impulsar la Caja de Ahorros.
Nos propusimos desarrollar la Caja de Ahorros, dado que en la contratación colectiva vigente (2008-2010), se establece que el empleador  a aportaría hasta el 12  % del salario básico de cada trabajador o trabajadora asociado a la  Caja de Ahorros.
Nosotros que nunca habíamos participado en una cosa así, descubrimos que había una Ley de Cajas de Ahorros, Fondos de Ahorros y asociaciones similares (Año). En la misma se contemplaba la creación de la Superintendencia de Cajas de Ahorros, Fondos de Ahorros y asociaciones similares, que es el supervisor de estas asociaciones.
Comenzó un proceso de búsqueda de información y articulación cuya primera fase fue investigar como se hace una Caja de Ahorros. Se consulto con la Superintendencia, se contacto a otras  Cajas de Ahorro, preguntamos a otros trabajadores y trabajadoras sobre el asunto,  empezamos a conocer este mundo. Con  algunas cosas claras convocamos la  Asamblea fundacional para febrero de 2011, donde asistieron  representantes de la mayoría de los centros de trabajo del Inpsasel. Fue un éxito: Aprobamos nuestros estatutos con un fuerte debate, animados por unos y no muy complacidos otros, además elegimos nuestros Consejos, el de Administración y Vigilancia. El de vigilancia fue en particular electo tomando en cuenta la representatividad de los centros de trabajo.
Se había nacido de hecho, ahora seguía hacer los trámites legales y comenzar funcionar. A funcionar con los escasos recursos, los que logramos tener como colectivo a fuerza de honrar el compromiso de hacer una organización propia de los trabajadores y trabajadoras. Legalmente constituidos, logramos que nuestro empleador, honrara el compromiso de los descuentos y su aporte en concordancia con la Convención Colectiva.
Hace más de un mes logramos desarrollar las Asambleas Parciales de Asociados y Asociadas en  dieciséis centros de trabajo,  en ellas  se sometió a votación el Balance del Consejo de Administración y Vigilancia correspondiente al 2011, el Presupuesto y el Plan de Actividades del Consejo de Administración para el 2012. Con los resultados de las votaciones y consideraciones realizamos nuestra primera Asamblea de Delegados y Delegadas de los centros de trabajo de todo el país. Fue la expresión más democrática  que haya visto que realizamos los trabajadores y trabajadoras del Inpsasel.
Hoy se sigue construyendo esta organización, apenas vamos comenzado, pero se trabaja en función de profundizar la participación.
Ahora bien, luego de este relato al que le faltan múltiples anécdotas, que son el picante de esta historia y que la conservamos en nuestro memoria colectiva, que algún día con mas ánimos y paciencia podemos recoger; vale la pena preguntarse ¿Y para que una Caja de Ahorros?.
La respuesta que creo que he encontrado en otras experiencias y en las expectativas  de algunos de mis compañeros  y compañeras: es para administrar un beneficio que  esta establecido en la contratación colectiva (ya vencida por cierto).
Si embargo me permito recordar lo que aprobamos en nuestra Asamblea fundacional:
ARTÍCULO 2.- La Asociación tiene por objeto:
a) Establecer y fomentar el ahorro sistemático y estimular la formación de hábitos de economía y previsión social entre sus asociados y asociadas.
b) Conceder préstamos a sus asociados y asociadas destinados a la adquisición, construcción, remodelación y liberación de hipoteca sobre el inmueble propiedad del asociado o asociada.
c) Conceder préstamos en beneficio exclusivo de sus asociados y asociadas a bajo interés.
d) Procurar para sus asociados y asociadas toda clase de beneficios socio-económicos, tales como montepío, mutuo auxilio, seguro colectivos de vida, cirugía, hospitalización, gastos médicos, entre otros, sin que esto menoscabe lo establecido en la convención colectiva vigente.
e) Conceder préstamos para la adquisición de bienes muebles e inmuebles y servicios.
f) Fomentar la ayuda mutua entre sus asociados y asociadas, creando y administrando los fondos que fueren necesarios.
g) Realizar proyectos sociales, con otras asociaciones regidas por la Ley de Cajas de Ahorro, Fondos de Ahorro y Asociaciones de Ahorro Similares, y otras entidades públicas y privadas, y en beneficio exclusivo de sus asociados, celebrar los contratos que fueren pertinentes.
h) Realizar proyectos de vivienda y hábitat de carácter social.
i) Realizar alianzas estratégicas en las áreas de salud, alimentación, vivienda, educación y recreación.
j) Adquirir bienes muebles, así como los equipos para el funcionamiento de CATINPSASEL.
k) Efectuar inversiones en seguridad social cónsonas con el sistema establecido por el Estado, en materia de salud, prestaciones de previsión social de enfermedades, accidentes, discapacidad, necesidades especiales y muertes, vivienda y hábitat, recreación y cualquier otra prestación derivada que sea objeto de previsión social.
l) En general realizar todas las operaciones permitidas por la Ley de Cajas de Ahorro; Fondos de Ahorro y Asociaciones de Ahorro Similares, su Reglamento y los presentes Estatutos.
Cuando leo esto pienso en un primer momento en que nos propusimos desarrollar un mecanismo de solidaridad entre los trabajadores y trabajadoras del Inpsasel y que si resumimos lo que establecido en ese artículo 2 de nuestros estatutos, las dos palabras serían: buen vivir.
Hoy nuestro desafío como trabajadores  asociados y trabajadoras asociadas es mantener este espíritu fundacional, es decir la solidaridad de clase y el norte del buen vivir. Aun cuando las Cajas de Ahorros hayan surgido como mecanismos de auxilio mutuo en un escenario capitalista donde las condiciones de vida y trabajo de los trabajadores y trabajadoras eran deplorables, son un espacio de organización autónoma y deben ser reflejo de los intereses como clase.
Hoy  vale la pena interpelarnos ¿como nuestra Caja de Ahorros contribuye a generar un modelo de vida alternativo al capitalismo?. Un modelo de vida no para otros, sino para nosotros.
Esta historia no se termina ni de escribir, ni de vivir.

[1] Sociólogo y Vice-Presidente del Consejo de Vigilancia de la Caja de Ahorros de los Trabajadores y Trabajadoras del Inpsasel (2.011).

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