“La economía real tiene que derrotar a la economía especuladora”, sostiene este economista, corredactor del documento Del rentismo petrolero a la economía productiva socialista bolivariana. Advierte que el dólar paralelo “está fijando el precio interno” y sostiene que la paridad real no supera los 29 o 30 bolívares por dólar
Textos: Vanessa Davies
Fotos: Cortesía
Publicado en el Correo del Orinoco: http://www.correodelorinoco.gob.ve/entrevistas/blagdimir-labrador-%e2%80%9chay-que-dar-un-contragolpe-economico%e2%80%9d/#.VP9aS533cKE.twitter
A pesar de todas las diferencias políticas que separan al chavismo y a la oposición, probablemente hay un asunto en el cual coinciden: las dificultades de la economía. Es posible, no obstante, que las diferencias vuelven a surgir cuando se habla acerca de cómo superarlas, porque factores opositores han señalado que se debe acudir al Fondo Monetario Internacional, y sectores de izquierda formulan otras propuestas.
“Hay que dar un contragolpe económico”, asevera el economista Blagdimir Labrador, integrante de la dirección regional (Zulia) del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). “La economía real tiene que derrotar a la economía especuladora”. Venezuela, añade, “es un país que se puede recuperar rápido”.
Labrador es uno de los firmantes del documento Del rentismo petrolero a la economía productiva socialista bolivariana: propuesta para la transición, difundido en diciembre pasado y que cuenta con el aval de personalidades como Rodrigo Cabezas, exministro de finanzas del presidente Hugo Chávez.
En conversación telefónica con el Correo del Orinoco, Labrador asegura que hay un golpe económico, que se inició “con la muerte del presidente Hugo Chávez” en el ámbito cambiario. A esto se le suma, en su criterio, que algunas políticas cambiarias “no acordes han agravado la situación y la especulación”.
Insiste en que se necesita “una política económica sustentada en credibilidad, que sea confiable y coherente” y opina que, en el presente, “todos los indicadores evidencian que no hay confianza en la economía venezolana” y que “el dólar paralelo está fijando el precio interno”.
Además “las grandes trasnacionales de alimentos, de medicina, de vehículos están contra Venezuela”, considera.
Para el economista es imprescindible la existencia “de un Estado fuerte que controle, que regule, pero que no esté burocratizado ni corrompido”. Si “nos sentamos con los sectores privados que quieran invertir y les confirmamos que hay oportunidades; si nos sentamos con los trabajadores y se informa bien al pueblo, estaremos dando un contragolpe económico, político y social”.
SIMADI, LA INCÓGNITA
El presidente Nicolás Maduro anunció el lanzamiento del Sistema Marginal de Divisas (Simadi), en el cual debían concretarse de manera legal las transacciones que la población realiza, al margen de la ley, en el mercado ilegal y especulativo. El propio Jefe del Estado advirtió que el Simadi no debía ser tomado como marcador, y que si así ocurría, el Ejecutivo se encargaría de impedirlo. Este sistema cerró el pasado viernes en 177,96 bolívares.
“El Banco Central de Venezuela (BCV) tiene que activarse aceleradamente, en una política cambiaria monetaria, para estabilizar el tipo de cambio”, sentencia Labrador, quien remacha que el Mandatario Nacional tiene las herramientas para actuar.
El Simadi, al igual que el Sicad II, “comenzó por su techo, cuando tenía que comenzar por la base del tipo de cambio”. De acuerdo con sus cálculos, “el tipo de cambio real, en estas circunstancias y de acuerdo con la paridad cambiaria, está en 29 o 30 bolívares por dólar”. Pero los hechos indican que la especulación lleva la batuta. Y va más allá: en su opinión “el dólar a 6,30 no es garantía de medicamentos y alimentos a ese precio.
MEDIDAS CONTRA EL “PARALELO”
Labrador estima que hay unos 36 mil millones de dólares en cuentas por cobrar de Pdvsa, y con ellas se puede buscar liquidez e inyectar por lo menos 15 mil millones de dólares entre 2015 y 2016.
A Argentina “le han dado duro contra su economía, e hizo un canje de divisas, colocó pesos en un banco de China y ellos le dieron 11 mil millones de dólares. Si hacemos esta operación por 10 mil millones de dólares más, tendríamos 25 mil millones de dólares entre 2015 y 2016”, calcula.
El economista evalúa que, con esos 25 mil millones de dólares obtenidos de las cuentas por cobrar y del posible canje, y mediante un órgano superior de asignación y producción nacional adscrito a la Presidencia de la República (que incluya el BCV y diversos ministerios) que se oriente al desarrollo de la industria nacional, “estaríamos enterrando al dólar paralelo, el dólar especulador”.
El analista propone estudiar la experiencia del año 2010, lo que hizo en ese momento el presidente Chávez: “Devaluó de 2,6 a 4,3, en 65%. Con ese diferencial cambiario aumentó sueldos y salarios, aumentó pensiones, empujó la política social y creó un Fondo Bicentenario para la Industria que permitió el desarrollo de varias industrias”. Con esas acciones “el dólar paralelo bajó en 40%, de 12 a 8 bolívares y se estabilizó”. Labrador insiste en que esa experiencia de 2010 “es lo que tenemos que hacer” en este momento.
En cuanto a las fronteras, “donde nos pega mucho ese dólar incentivado por el narcotráfico, la gasolina y el tipo de cambio”, se requiere “utilizar algo que ya está probado con las casas de cambio: los sistemas de moneda local”. Lo hacen otros países, puntualiza. “Empresarios venezolanos honestos que quieran aumentar sus ventas en bolívares y empresarios colombianos que quieran aumentar sus ventas en pesos pueden hacerlo; sería realizar el intercambio “entre bolívar y peso, para desdolarizar la economía”.
-¿Por qué el dólar paralelo, ilegal, pesa tanto?
-Los empresarios se volvieron adictos al dólar, los especuladores están ganando la batalla y el Banco Central legitimó sin quererlo el mercado especulador. Por cualquier método, incluso con el método de comparar la cantidad de liquidez que hay en bolívares con la cantidad de reservas internacionales, la paridad no llega ni a 80 bolívares. Cualquier método científico, económico, indica que la paridad es de 29 a 30 bolívares.
Pero, advierte, “los empresarios adictos al dólar se desesperan, porque ellos tienen la racionalidad económica del empresariado: tienen el nerviosismo de descapitalizarse, de comprar una mercancía en 30 bolívares y que luego se vaya a 60 bolívares”. De ahí, según su visión, “empezó un círculo vicioso y el empresariado se está autosuicidando; los especuladores están llevando empresas a la quiebra, y en ese desespero nuestro gobierno tiene que dar tranquilidad y estabilidad”.
NECESARIA ESTABILIDAD
Labrador subraya que, si se inyectan 25 mil millones de dólares en dos años -obtenidos por las vías que propuso-
“vamos a dar estabilidad en el tipo de cambio, y si eso lo direccionamos a la industria alimentaria, automotriz, transporte público” se verán los resultados.
-¿Y las empresas de maletín?
-Hay como evitar las empresas de maletín. Tenemos muchas empresas agroindustriales que hemos asumido pero que las estamos condenando porque tenemos productos importados. A medida que las empresas vayan cumpliendo les vamos dando los dólares hasta que sustituyamos las importaciones.
-¿El dólar a 6,30 se debe mantener?
-Hasta ahora el dólar especulador le está ganando la batalla al dólar controlado. Miremos la experiencia del año 2010. Si se lleva el dólar a 12 bolívares para alimentos y medicinas, dejamos el Simadi en 30 bolívares y logramos la inyección de los 25 mil millones de dólares, adiós dólar paralelo.
El economista plantea, además, “poner la banca a reorientar el crédito hacia la economía real y no a la economía financiera. La batalla ahora es entre la economía real y la especulativa”.
Economistas bolivarianos “hicimos una propuesta para buscar los equilibrios macroeconómicos”, con los que también “estaríamos acabando con gran parte de las colas que están afectando la tranquilidad de nuestro pueblo”, manifestó. No duda que, con las acciones que promueven, igual haya un dólar paralelo, pero asevera que será marginal.
Renueva el llamado al debate sobre el tema económico. “Fui delegado del PSUV al congreso, se aprobó realizar un congreso para abordar lo económico. En el PSUV urge un debate sobre la economía”, expone.
Aclara, por otra parte, que el grupo de economistas bolivarianos que difundió el documento en diciembre hizo una propuesta, no dictó una receta. Entre otros elementos, ese documento hace énfasis en la alianza entre el Estado y el sector privado, el ahorro direccionado hacia la inversión, la estabilidad macroeconómica y el desarrollo industrial del país en sectores clave (como petrolero y petroquímico, agroindustria, vehículos, construcción, bienes y servicios). Es un documento para el debate. “Nuestra revolución debe escuchar a los economistas bolivarianos, socialistas de toda la vida”, reclama.
Los economistas corredactores de la propuesta para el debate son, además de Labrador y Cabezas, Eddy José Aguirre Saavedra, Cesar Prieto Oberto, José Domingo Useche, Omar Muñoz, Ada Quesada, Rafael Romero, Marianela Acuña Ortigoza y Carlos Ramones.
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