La voz se le entrecortó y las lágrimas no se le pudieron contener a un padre, cuando expuso lo están padeciendo todos aquellos que tienen a un hijo con cáncer, producto de la escasez en losmedicamentos vitales para su sobrevivencia.
Manuel Barreto, progenitor de Cristian Barreto de apenas 3 años, paciente de la Fundación Hospital de Especialidades Pediátricas (FHEP), además de luchar contra la leucemia de su pequeño, debe buscar alternativas e ingeniárselas para conseguir las medicinas que lo mantengan con vida.
Varios padres de pacientes de diferentes centros de salud declararon desde el Colegio de Médicos
Este miércoles, este y varios padres rompieron el silencio desde el Colegio de Médicos de Maracaibo, desesperados por evitar el peor de los escenarios. “Aquí no hay clases sociales, no hay tendencia políticas, se trata de la vida de nuestros hijos”, expresó Barreto.
Indicó: “Todos queremos alzar nuestras voces porque losmedicamentos no se consiguen en todo el país. Los necesitamos con urgencia”.
Por su parte, Auribel Colina, madre de Paula Velazco de 2 años, paciente con leucemia de la FHEP, manifestó que de los 250 niños atendidos en el Área de Oncología, 70% padece de leucemia. “Cualquier ente, indistintamente al que le corresponda, debe avocarse al tema. No es que queremos alarmar, es que ya la situación es desesperante”, refirió.
Aseguró que esta situación “no se quiere politizar”, puesto que el llamado es a que todos los entes del Estado y particulares colaboren para que los medicamentos lleguen.
Purinethol o Mercaptopurina de 50 mg, es uno de los medicamentos con más demanda
“Es una emergencia lo que estamos viviendo. Hay niños que han salido del país (…) Hay existencia mínima en los medicamentos vitales como Purinethol, que es de consumo diario al igual que Meticorten. México, Argentina y otros países no han hecho pequeñas donaciones, pero necesitamos que esto se solucione de manera definitiva”, expresó.
Colina agregó: “No es un favor, es un clamor”, añadiendo que su hija salió de la etapa más difícil de laenfermedad y pasó a “mantenimiento”, donde debe cumplirse a cabalidad con la aplicación deltratamiento, de lo contrario corre el riesgo de recaer, o desgraciadamente perder la vida.
A este clamor se unió, Ernesto Matos, padre de otro paciente de la FHEP, Paul Matos de 4 años, también con leucemia. “El 90% de los niños recae al no tomarse las medicinas. Ya van 10 pacientes con recaídas; ellos afortunadamente se han podido trasladar. Proponemos que se busque a través del Mercosur o países del Alba. Estos niños son el futuro”, dijo, recordando entre llantos, el llamado que hiciera hace seis meses una joven de 18 años, Ana Añez, quien padece un tumor y ya hoy se encuentra en etapa terminal.
Daniela Villamizar, madre de niña con leucemia
“Después que tú te enfrentas a una batalla de un año con tu hijo, pasa a mantenimiento y necesita un medicamento para mantenerse vivo y no lo consigues, recae y solo esperas que pueda encontrarse con la muerte cuando apenas está comenzando a vivir, es algo inexplicable”, fueron las desgarradoras palabras de otra madre desesperada, de nombre Daniela Villamizar, quien se sumó a las peticiones de los otros padres, que consideran esta situación como una “verdadera emergencia”, que podría costarle la vida a sus hijos.
Entre los medicamentos que tienen mayor demanda por parte de los pacientes oncológicos, se encuentran: Purinethol o Mercaptopurina de 50 mg; Desmopresina en spray o tabletas; Daunoblastina de 20 mg; Prednisona o Meticorten de 5 mg; Topotecán de 4 mg; soluciones fisiológicas, suero y jelcos.
Los progenitores reflexionaron que esto no es exclusivo de la FHEP, sino que todos los centros hospitalarios del país se encuentran en situaciones similares y se hacen solidarios con todo aquel que esté en esta situación.
“No buscamos culpables, sino soluciones porque esta enfermedad no espera. Todo aquel que tenga hijos y que quiera colaborar, que se ponga la mano en el corazón y lo haga”, manifestó Villamizar.
Cualquier persona que tenga la voluntad de ayudar, puede dirigirse al área de oncología de la FHEP, donde sobran “angelitos” a quienes tenderle la mano con algún medicamento
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