El programa de Reeducación y Readaptación Social, que se inició como un plan piloto con los privados de libertad ubicados en la sede de Polirosario, luego de cinco semanas finalizó la primera etapa, dirigido a los 22 procesados. Gilberto Hidalgo, director del ente policial, informó que por primera vez se realiza un programa dirigido a la población penal de Rosario de Perijá.
Se conformó un grupo multidisciplinario a fin de poder darle utilidad al tiempo de los privados de libertad, mientras estén en la institución o pasa el proceso judicial, “como creyentes en la transformación, cambio y oportunidad de corrección ante los errores cometidos nos planteamos este proyecto”.
En el programa participan representantes del Instituto Autónomo de Desarrollo Social, la ONA, la Iglesia Cristiana, INCE, oficiales y personal académico del ente policial. “El éxito de esta primera fase es la disposición de todos los involucrados, desde los privados de libertad quienes son los más interesados en seguir trabajando para mejorar su calidad de vida de cara al día de su liberta, poco a poco fue aumentando su compromiso y ganas de aprender e integrarse al proyecto”.
En esta primera fase, 13 procesados culminaron el taller de Microsoft, con una duración de cinco semanas dictado por el profesor José Elias, del INCES que brinda atención a la población de procesados. Además del curso de manualidades “Elaboración de muñecas de trapo”, dictado por Nelly Rodríguez, del Instintito de Desarrollo Social. Con la culminación del taller se realizó, además un trabajo socio productivo en el patio de la institución. El segundo taller que realizará el próximo año el ICES será de mecánica, con el propósito de enseñarle herramientas de trabajo a los procesados para cuando obtengan su libertad.
Hidalgo, destacó, que la iniciativa, nace un día de visita, “estaba en mi oficina y escuche a dos de los privados de libertad discutiendo en medio de los familiares de otros detenidos, salí y les recordé cuales son las normas de la institución, amenace con pedirle a los familiares que se retiraran, en medio de todo me despertó la idea de buscar una manera de eliminar el ocio de los 36 procesados de ese entonces y de fomentar el respeto para con sus familiares”.
En un reunión con los oficiales y el personal que hoy participa en el programa nos planteamos estrategias con el fin de que cada procesado tuviera algo nuevo y bueno para mostrarle a sus familiares durante la visita y además se convencieran de mejorar su vida y no volver a reincidir en algún hecho delictivo una vez estén en la calle, explicó, Hidalgo, al tiempo que dijo que iniciaron e proyecto con la ayuda de la sociedad civil y el sector educativo quienes colaboraron con materiales como cuadernos lápiz y franelas.
Pocas son las personas que creen en el proyecto pues hay detenidos por diferentes delitos y el estereotipo de los privados de libertad es “preso, sinónimo de candado y malo”, sin embargo poco a poco se ha logrado la atención de la sociedad e instituciones.
Con esta primera fase desean que el programa de Reeducación de Polirosario sea un modelo replicado en otros cuerpos policiales pequeños. “de esta manera podremos desmantelar las cárceles e ir a la municipalización penal, pero partiendo del elemento de la transformación de cada participante, si no estamos convencido de la culpa no podemos avanzar ni procurar el cambio”.
Proceso de transformación
“Afuera no aprecie lo bueno que hacen mis manos”, Yaris Galbar, una joven quien por “creer en el amor”, tiene tres meses en la sed de Polirosario, esperando su juicio. Su novio paso por su casa a buscarla en un vehículo robado, fue detenida con su pareja y un primo en la comunidad de Rosario de Perijá.
En esta primera fase recibió dos certificados uno de Microsoft y el otro y más preciado es el de elaboración de muñecas de trapo, “no quería estar aquí pero he aprendido cosas que afuera ni cuando era niña las hice. Despertó nuevamente mi niñez, le he tomado cariño a este nuevo aprendizaje, cuando hago las muñecas pienso en mis niñas, tengo dos hijas y un niño. Si nos proponemos lo que queremos podemos lograr muchas cosas buenas, este es mi consejo para quienes estén igual que yo, en nuestra manos está el cambio, manos a la obra”.
Galbar, hasta ahora ha realizado más de 10 muñecas, tiene encargos de sus familiares y amigos pero está esperanzada en que pronto llegue el día de entregarle una muñeca elaborada con sus manos a sus pequeñas.
“Le enseñaremos a la sociedad que sí se puede cambiar”, No todos los procesados penales son personas malas, con estas palabras se presenta Alexander Finol, quien desde hace un año está recluido en la sede policial, procesado por revelación de información y fraude electrónico, se encuentra esperando la apertura del juicio en la ciudad de Caracas,
“Estoy encargado del área de la cocina, recibí el certificado del curso de Microsoft, pero desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos haciendo algo, esto es favorable porque no estamos encerrados 24 horas pensando, en la mañana hacemos orden cerrado y deporte, por las tardes nos visita la iglesia cristiana y leemos la palabra de Dios todos los días. Somos 29 detenidos y todos convivimos como una familia, al principio para mí fue fuerte por lo que siempre se ha dicho de los detenidos pero creo en que sí se puede cambiar esperanzados en e día de salir y ese será el momento de demostrar los resultados de este programa”.
Yuly Badell / Corresponsal Noticia al Día
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