martes, 27 de noviembre de 2012

“A 20 años del 4-F y 14 del Gobierno tenemos que revisar cómo está hoy la corrupción”


Ronald Blanco La Cruz: Uno de los protagonistas del alzamiento de febrero de 1992 advirtió que este flagelo puede dar al traste con la Revolución Bolivariana



El capitán Ronald Blanco La Cruz, uno de los protagonistas del alzamiento militar del 4 de febrero de 1992, participó ayer en el foro “50 años de insurrecciones: desde El Porteñazo al 27-N”, realizado en el hemiciclo protocolar de la Asamblea Nacional en ocasión de conmemorarse hoy 20 años de la sublevación del 27 de noviembre del mismo año.
Blanco no contó episodios ni anécdota, sino que basó su discurso en reflexionar sobre la necesidad del 4-F y de los logros derivados del 4-F, y en advertir que el flagelo de la corrupción puede acabar con el proceso revolucionario.
Acotó que es herencia del pasado, pero que no ha podido ser superado. Justamente recordó que las banderas con las que insurgieron el 4-F fueron la participación popular y la denuncia contra la corrupción.
“A 20 años del 4-F y 14 del Gobierno tenemos que revisar cómo está hoy la corrupción en Venezuela, un cáncer que no es nuevo pero que puede derrotar cualquier esperanza”, dijo Blanco La Cruz, en un panel el que estuvo acompañado de Víctor Hugo Morales, líder de El Porteñazo, Luis Cabrera Aguirre y William Fariñas, participantes del 27-N. No estuvo invitado Francisco Visconti Osorio, comandante de la rebelión de noviembre, quien, no obstante, se presentó al acto para escuchar a los expositores.
Blanco La Cruz aseveró que antes “uno se enteraba de la corrupción porque salía en los periódicos, pero como ahora (esos medios) son de la contrarrevolución muchos asumimos que es un ataque y no investigamos, porque no les creemos y eso nos genera un problema bien serio, porque pudiera ser verdad” la denuncia.
Alegó que esta situación atípica genera una gran debilidad para la revolución, porque “los compatriotas, por temor a que le digan escuálido, no denuncia una irregularidad de un funcionario”.
El exgobernador de Táchira y exembajador en Cuba (actualmente vicerrector de la Unefa) también señaló que muchos revolucionarios han sido permeados un estilo de vida de la cuarta república que los ha hecho caer en la tentación de la corrupción.
Tomó una cita de Roy Chaderton para apoyar su planteamiento: “Debemos ir contra nuestros corruptos, ineficaces e insensibles. Detrás de la ineficacia está la corrupción”.
Señaló que, a propósito del proceso constituyente sobre el programa de gobierno de la patria, propondrá la minimización de la discrecionalidad de los funcionarios a través de la implementación de la firma electrónica (de lo cual ya existen decretos).
TE LLAMAN ESCUALIDO”
Ronald Blanco La Cruz agregó que otro tema dañino para la Revolución Bolivariana es el de la inseguridad. Incluso dijo que muchos amigos que hacen denuncias locales le han dicho que no se atreven a formularlas por temor a sufrir retaliaciones.
“Puedes haberte alzado el 4-F y el 27-N, pero si tienes unas críticas fuertes cualquiera te puede llamar escuálido”, reclamó.
Defendió que tanto el 4-F como el 27-N se produjeron principalmente contra la corrupción, y que es tarea de los revolucionarios combatir este enemigo porque, caso contrario, puede degradar al proceso.
Al citar a la Revolución Rusa y a quienes la dirigieron, acotó que “todos esos procesos tienen sus líderes que tienen un tiempo, no puede ser eternos, como Matusalén”
Reflexionó que el 4-F despertó la conciencia del pueblo y llamó a mantenerla activa para repeler los antivalores, principalmente la corrupción y la ineficiencia.
“Eso nos quita votos: revisemos la última elección. ¿Crecieron los oligarcas en este país? No”.
El exgobernador de Táchira cree que deben crearse las condiciones en las que la gente no tenga miedo de denunciar a la corrupción y al corrupto porque “se puede ir muriendo la esperanza y eso es lo que no queremos”.
Por último, sostuvo que debe existir la “revolución dentro de la revolución para que no entre en letargo, que sería mortal”.

EL 4-F ME DESPERTÓ
El almirante (R) Luis Cabrera Aguirre comenzó su intervención al decir que “la vida me colocó ahí como jefe de operaciones del 27-N”.
“El 4-F fue una rebelión militar, pero el 27-N fue cívico-militar”.
Cabrera Aguirre confesó que luego del alzamiento del 4-F el entonces ministro de la Defensa, Fernando Ochoa Antich, le ordenó un estudio sobre las causas y condicionantes que motivaron la rebelión.
En ese equipo de 12 personas había sociólogos, ingenieros, administradores, abogados, expertos en personal.
“Nosotros creíamos que los comandantes eran unos loquitos que se habían rebelado contra la mejor y más sólida democracia de América. Con ese estudio nos dimos cuenta de que tenían razón de haberse rebelado. El 4-F me despertó”.
En ese grupo encargado de analizar el hecho estaba William Fariñas (en su condición de sociólogo). “Supe que estaba involucrado en el 27-N cuando lo vi preso en la DIM”.
El almirante dijo que una delación y una iniciativa equivocada de última hora provocaron el fracaso del 27-N.
“Un oficial involucrado era edecán presidencial y tenía monitoreado dónde iba a estar el Presidente ese día: en Turiamo. Hicimos coordinación con oficiales de allá para detenerlo y se cayera el gobierno. Había un personal que se iba a encargar”.
Sólo que el edecán se arrepintió y lo pudieron contactar para confirmar la presencia de CAP en Turiamo.
La equivocación estuvo en que todos los jefes del alzamiento grabaron un video con sus galas diciendo cuál era el propósito de la sublevación, pero salió otro material en VTV llamando al pueblo que saliera a la calle con pico de botellas y cuchillos. “La gente se asustó pensando que no estaban preparados”.
Por su parte, Fariñas manifestó que la Fuerza Armada venezolana tiene arraigos profundamente populares. “Aquí no hay élites clasistas”.
“La mayoría de nuestros generales, oficiales y tropas vienen de la entrañas de nuestro pueblo. Es muy raro conseguir a un burgués”.
RECUADRO
UNA DICTADURA DE OTRO TIPO
“Puerto Cabello no surgió espontáneamente un 2 de junio de 1962, fue producto de una lucha de pueblos en el mundo, que estaban peleando contra el colonialismo de las potencias europeas”, evocó el capitán Víctor Hugo Morales.
Comentó que su generación se frustró tras el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez. “Creíamos que iba a venir un gobierno democrático con mayores esfuerzos en lo social”.
Pero vino la represión contra un pueblo que trataba de salir adelante. “Nos dimos cuenta de que era una dictadura de otro tipo. Rompimos la barrera para colocarnos del lado de los intereses del pueblo”.
Apuntó que estuvieron influenciados por todos los factores sociales y los internacionales, como la Revolución Cubana.

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